Ayer fue una tarde muy larga. Salimos de casa con la carta de los Reyes Magos bien escrita con todos los deseos para el nuevo año.
En ella no faltaban ni un juego de colores para pintar, ni tampoco una caja llena de cosquillas, y por supuesto no nos olvidamos de añadir una cesta llena de abrazos y besos como a nosotros tanto nos gusta, entre muchas otras cosas.
Así que igual que toda madre primeriza fuimos a media tarde a la plaza, con toda la ilusión, a dar nuestra bonita carta al Paje Real. Nuestra sorpresa fue ver que en la plaza había muchas tantas madres y niños más iguales que nosotros haciendo cola para entregar la correspondiente carta.
La cola era interminable, más larga de lo que mi peque pudiera aguantar. Así que renunciamos a la larga cola.
Estuvimos mirando por un buen rato al Paje des de lo más cercano que pudimos y nos divertimos jugando con la carta, esa es la parte que le gustó más. Así que ideamos un nuevo plan para terminar la tarde con nuestro propósito: enviar la carta.
En uno de los pocos buzones que encontramos por la calle y de forma simbólica enviamos la carta con todos nuestros deseos. Ahora nos toca esperar........!!!
Que tengáis un maravilloso día. Y que los Reyes Magos sean generosos con vosotr@s.
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